El Compañero Ubik

La noche de los Jueves es día de Anime con mi novio Zas, nos tumbamos en la cama generalmente desnudos y nos ponemos unos cuantos capítulos hasta que nos entra sueño o nos apetece follar.

Ese día en concreto me insistió en que me preparara el culo, pues le apetecía probarlo, me acuerdo que lentamente me subí encima de su cuerpo, me introduje su polla bien adentro para cabalgarle lentamente y le dije entre susurros:

¿Qué pasa? ¿Me quieres dar por detrás hoy mientras vemos tu serie?

Zas me sonrió mientras levantaba lentamente pero con fuerza su pelvis para metérmela más adentro.

¿Yo?… No, pero espero que me hubieras hecho caso.. Porque si no te va a doler..

Lo miré sin saber muy bien lo que quería decirme, pero rápidamente entendí.. pues como si yo fuese una presa de un león, noté como alguien se colocaba detrás mía y me empotraba con su polla dentro de mi culo.. ¡Dios! ¡¿Qué ha pasado?! De repente noté dos pollas dentro de mi cuerpo interactuando entre ellas por el poco espacio de mi cuerpo.

Giré la cabeza para ver la identidad de mi asaltante y vi a Ubik, el compañero de trabajo de Zas. La veces que he podido hablar con él sabía que yo le ponía mucho por la forma que me miraba.. pero.. ¿Cómo había convencido a Zas para acabar así? ¿Alguna apuesta perdida? ¿Por dinero?..

Ahora no era el momento de hablar, ambos estaban en modo follador y yo era la que recibía toda esa energía.

Ubik me dio la vuelta para agarrarme de los muslos y con un tremendo impulso me levantó, para esta vez follarme el coño en alzas, Zas no tardó en colocarse detrás mía para meterme también su polla dentro.. Volvía a estar entre dos hombres empujándome con fuerza y deseo.

No tardé en correrme entre tanta polla y energía, Zas aprovechó para hacerme tragar toda su polla y soltar toda su leche dentro de mi garganta.

Él sabía que recibir toda esa leche tan adentro me agobiaba pues me salía por las fosas nasales, sentí como su polla palpitaba con cada lanzamiento de semen, pero pude tragarme gran parte de ella..

Zas salió de la ecuación para hidratarse un poco mientras veía como su compañero Ubik continuaba follándome.

Me empotró contra la cama y empezó a follarme sin parar, ahora que Zas no estaba yo era suya y no iba a parar hasta que se quedara sin una gota de leche en sus huevos.

No pude evitar correrme de nuevo hasta que sentí como su polla se clavaba en mi útero, sabía que me iba a llenar y efectivamente empezó a convulsionar en movimientos secos, uno por cada chorro que me llenaba por dentro.