Fundación K, Parte 6

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Se que completar el reto de la Fundación K era una proeza muy difícil, pero.. joder hoy creo que se han pasado, se nota que estoy en la recta final y quieren echar toda la carne al asador para que renuncie… Pero eso no va a pasar.

Hoy me ha recibido en mi habitación un hombre bajito, gordito y poco agraciado físicamente, normalmente los “esbirros” (como los llamo yo) suelen ir con túnicas y máscaras para crear incertidumbre y no poder empatizar con ellos, pero este tipo iba a cara descubierta y con todo su cuerpo al desnudo, mostrando su pene peludo.

Con un gesto me indicó que me colocara en un potro con grilletes, me los colocó en las muñecas, tobillos y cuello para mantenerme a cuatro patas sin poder moverme..

No tenía ni idea de lo que tramaba, ya me habían follado con anterioridad  esclavos con buen cuerpo, algunos fundadores pasados de edad, pero este “Quasimodo” creo que se llevaba la medalla en grima. 

Se colocó delante y debido a los grilletes que aferraban mi cuello no podía apartar la mirada de su polla flácida opacada por una mata de pelo, espero que no me pida una mamada.. pero por suerte ese no fue el caso, tan solo acaricio mi pelo y empezó a colocar una venda negra para arrebatarme el sentido de la vista y acto siguiente con dos tiras de cinta adhesiva me tapó la boca para no poder decir nada.

A partir de ahí mi mundo era negro, era como un cacho de carne colocando, sin poder moverme, ni ver, ni hablar, solo podría imaginar lo que sucedía a mi alrededor por mi oído y mi tacto.

Sentí al momento como dos manos abrían mis nalgas  y una tercera cosa presionaba la entrada de mi coño. No podría ser otra cosa que su polla, esa polla que tenía minutos antes delante de mis ojos y ahora estaba presionando para entrar dentro de mi.

 Su polla entró hasta el fondo de dos empujones, después se recreó dentro haciendo círculos sin sacarla para acto seguido empezar a bombear con rapidez. Como yo no podía ver nada, me hubiera gustado imaginarme que ese tipo se había ido y ahora me estaba follando un tipo buenorro.. Pero esa  imaginación se rompía cada vez que me metía su polla y sentía el flotador de su barriga rebotar en mis nalgas.

Oía sus gemidos a medida que llegaba a su orgasmo y el sonido de la carne flácida golpeaba con mis nalgas cada vez más rápido y con más fuerza. Un tipo que seguramente no hubiera dirigido mi mirada hacia él por su aspecto y por culpa de la Fundación K me tenía a cuatro patas y follándome a su placer.

Pude sentir las últimas embestidas y como empezó a rellenarme de su leche caliente por dentro de mi con varios disparos.

Sacó su polla de mi y me dejó en paz, no seguía sin poder moverme, ni ver ni hablar, solo sentía como su semen contenida dentro de mi coño y no podía hacer nada para expulsarla.

A los pocos segundos escuché unos pasos alejándose y un silbido agudo, el típico silbido que haces para avisar a alguien.  ¿Hay más? ¿no ha sido suficiente esto por hoy?

Y ese momento escucho el sonido de unas pezuñas entrar en la sala, era ruido de cuatro patas, como el de un perro entrando de forma curiosa.

Ladee la cabeza e intente hablar “MmmHhhhMmmmmhhh” fue imposible con la mordaza en la boca,. 

¡Joder! ¿me habían dejado a solas con un perro? ¿Pero qué clase de pervertidos son? ¿y si me ataca y empieza a morderme? que menos que alguien supervisando la situación ¿no?

Use la táctica de no moverme, había leído que con animales mejor no moverse y quizás pasen de ti.. ¿o eso era para los osos ?

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Dios!.. el perro estaba empezando a lamerme, primero las nalgas pero rápidamente se centró en mi coño, no se si era por mi jugo o  por el semen del Quasimodo pero sentía su áspera lengua pasar con interés por mi raja sin parar. 

Me hizo sentirme algo culpable, pues esa sensación empezó a darme placer, ¡no me culpéis!, no podía hacer nada para remediarlo. Pero en breve todo fue a más.

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De un salto sus dos patas delanteras se aferraron a mi cintura para montarme, sentí como su polla puntiaguda daba estocadas buscando su lugar dentro de mi.. Parece ser que ese perro estaba bien entrenado pues no le hizo falta más de tres intentos para conectar con mi coño y empezar a follarme, ahora más que nunca como a una perra.

El perro estaba realmente excitado, sentía el caliente aliento en la espalda a la vez que su viscosa saliva, pero lo realmente fuerte era sentir sus rápidas embestidas de su pene entrando y saliendo de mi cuerpo.

Mi cuerpo no era consciente de la situación pues, aun con todo esto.. Estaba apunto de correrme, quizás por el morbo de la impotencia o no lo sé, pero sabía que en tres o cuatro metidas mas iba a sentir un orgasmo.  

Y ese orgasmo llegó a la vez que sentí una de las cosas más raras de mi vida. Una vez con toda su polla dentro, sentí como su base se hinchaba, creando una bola  encajando su polla dentro de mi coño.. ¡Joder! mientras mi cuerpo temblaba por el orgasmo sentía como la polla de perro se vaciaba de su leche dentro de mi.

Después de unos intensos minutos sentí como el perro se apartó como si no hubiera pasado nada, y me dejaron ahí descansando mientras sentía como se derramaba el líquido de mi coño.

Uff.. creo que después de esto la Fundacion K ha tocado techo y no creo que me puedan poder retos más fuertes ¿no?

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