Fundación K, Parte 9

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Después del largo viaje habíamos llegado a mi destino. Era de noche y el frío estaba azotando el lugar, el suelo cubierto de nieve quemaba mis pies con cada paso que daba, al igual que los pequeños copos que caían en mi cuerpo como pequeños mordiscos de frío que erizaban mi piel desnuda.,

Fui subastada a un par de hombres para traerme a este sitio, no se quienes son, pero la teoría de que  solo era un millonario excéntrico para  divertirse una noche perdía fuelle.

Estaba en una especie de campamento con camiones aparcados, hombres apostados me miraban mientras vigilaban en sus puestos con ¿armas?.. ¿Dónde narices me han traído? 

Un hombre me guiaba encadenada con una cadena como si fuese un perro, mi cuerpo temblaba al igual que mis dientes tiritaban por el tremendo frío que hacía, solo tenía ganas de entrar en alguna parte y poder calentarme.

  • Hoy vas a ser el premio de mis hombres, te usarán aquí, el que quiera te follará  en la intemperie. – Dijo el hombre mientras varios hombres se acercaban relamiéndose.

  ¿Espera?, ¿qué?.. me tendría que dejar follar por no se cuantos.. aquí en el exterior.. ¡Mientras nieva!. Que me voy a morir congelada..

Un par de hombres no tardaron en auparme a una mesa y abrirme de piernas mientras posaban sus pollas sobre mi fría piel.. Uff..sentía el calor de sus pollas y el roce de sus cuerpos sobre el mío.. eso hacía calentarme un poco… joder… ¡pues que vengan muchos! 

Sentí como uno me empotró su polla dentro directamente y empezó a follarme enérgicamente, mientras otro jugaba con mi boca con su polla y otras manos manoseaban mi cuerpo con deseo esperando con impaciencia su turno.

Parece ser que su jefe era de los que ofrecían una de cal y otra de arena.. Ofrecía el premio de follar con una chica pero tendrían que hacerlo en un ambiente poco agradable. Aunque viendo la gente que tenía alrededor las ganas de follar eran muy superiores al frío.

Eso sí, nada de caricias y gestos amorosos, me follaban para desahogarse y lo más rápido posible para acabar antes y ceder su puesto a otro.

 Yo estaba muerta de frío y agradecía todas las interacciones que me hacían, ya sea follarme el coño, la boca, incluso azotarme los pechos o escupirme, todo menos sentir las picaduras de frío de los copos de nieve.

Los hombres aun con el frío se reían formando un jolgorio extraño en un idioma que no conocía.. Uno de ellos empezó a quitarse la ropa y fue alabado por otros que lo imitaron, no se fue una prueba de hombría u otro le retó hacerlo, el caso es que empezaron a desnudarse a mi alrededor para follarme.. 

Los primeros chorros de leche empezaron a caerme sobre mi cuerpo, al principio agradecí el calor de ese semen calentito, pero no tardó en volverse frío e incluso congelarse sobre mi piel, creando una escarcha de leche.

Ya iban quedando menos hombres por desahogarse, aunque la mayoría hicieron cola para usar mi coño otros se impacientaron y usaron  mi garganta como si fuese otro coño más.. 

Mi cuerpo hacía contraste con la temperatura del ambiente, tanto ejercicio y mi excitación hacía subir mi temperatura creando un vapor alrededor de mi cuerpo sudado..

Pero al poco tiempo ese sudor y ese semen  empezaba a convertirse en escarcha que se mezclaban con los copos de nieve.. ¡Dios!  ya no podía mas, mi músculos hacían espasmos involuntarios cosa que divertía a los hombres que no paraban de follarme..

Perdí todas las fuerzas y tuve un fundido en negro.. cuando desperté estaba en otro lugar, pero eso es para otro capítulo.

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