Fundación K, Parte 10

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Recuperé la consciencia abriendo los ojos poco a poco, me vi colgada de las extremidades, recapitule los últimos recuerdos y me invadió un frío extremo, recordé la sensación de cómo el semen de aquellos hombres se congelaba al poco de que manchaba mi piel. Ahora agradecía la temperatura más calidad, pero .. ¿Dónde estaba?

Parecía como una sala de interrogatorios, no se cuanto tiempo llevaba colgada pero mis brazos estaban doloridos  de soportar mi peso. No era la primera vez que me encontraba así en las pruebas de la Fundación K pero esto era diferente.. hiciese lo que me hiciesen en la Fundación sabía que estaba protegida… ¿Pero esto? desde que me compraron me ha dado la  sensación que me puede pasar cualquier cosa… Quizás sea una estrategia de la Fundación para que desista y abandone.

Delante mía me observaban varios hombres, pero el que más destacaba era un hombre trajeado que me observaba mientras sostenía una taza con una bebida caliente. ¿Era el manda mas?

Mi atención fue interrumpida al sentir como un Gorila matón me pasaba un látigo enrollado por los labios de mi coño.

  • Vaya vaya, la Fundación K cada vez traen mujeres más interesantes –  Dijo el hombre trajeado que sostenía la taza. – Otras ya hubieran tirado la toalla hace tiempo, pero tú… Aquí estás, no sé si porque eres muy fuerte, o porque disfrutas como una zorra.

Me sorprendió que era el único que hablaba mi idioma, pues desde que me compraron todos parecían que hablan una especie de ruso.

Sabía que no debía hablar, que mi papel sólo era agachar la cabeza, pero llevaba mucho tiempo siendo sumisa y mi sangre empezaba a hervir ..

  • Quizás las dos cosas – Dije con un tono desafiante, pensé que estos tipos están cansados de manipular a mujeres sumisas y quizás si me salgo un poco de ese papel resaltaría un poco más.
  • Mm.. vaya voz mas dulce,  creo que voy a disfrutar mucho escuchar tus gemidos de dolor y placer. – Con un chasquido de dedos, el gorila me colocó en posición mientras desenrollaba su látigo. 

Whiiphaass! fue el sonido que se escuchó en la sala junto a mi gemido de dolor. No podía creer que me estuvieran dando latigazos, mi cuerpo se estremeció. No pude evitar mantener la compostura arqueando mi espalda mientras me balanceaba de las cadenas que me sostenían..

Aun sin tener tiempo de asimilar el primer latigazo ya estaba recibiendo el segundo, miré hacia mi cuerpo y vi las calurosas marcas rojas que me había dibujado el látigo en mi piel.   

El flash de un fotógrafo acompañaba a cada latigazo que recibía, todo bajo la atenta mirada de deseo de todos los presentes. Era la única mujer en la sala y todas las miradas estaban puestas en mi… en mis pechos, en mis piernas, en mi culo..  Absorbía todo ese deseo sobre mi y joder… me estaba poniendo muy cachonda.

Ahora entendía que el placer y el dolor se entremezclan en una danza de sensaciones y estaba experimentando eso.. quería mas.. quería correrme  delante de todos..  

 

Con otro chasquido de dedos del hombre trajeado, el gorila cambió de darme latigazos a clavarme su polla de un empujón por detrás.. joder no me esperaba ese cambio tan brusco, aunque tenia la piel roja y dolorida por los latigazos sentir esa polla dentro de mi con la excitación que tenia.. no podía aguantarlo, aaaAAhhh! me corrí nada más sentir su polla dentro.

El hombre trajeado fascinado, me agarró de la mandíbula mientras el orgasmo me recorría todo el cuerpo al ritmo de las fuertes embestidas que me arremetía el gorila    

  • Raciona tus fuerzas, vas a estar un buen tiempo aquí con nosotros….  te usaremos cuando queramos…. por que eres muy puta.. ¿lo sabes?.. eres un objeto usable – El hombre terminaba cada frase cuando el gorila empujaba su polla fuertemente  y a la vez movía mi cabeza con su mano agarrada en mandíbula, pues sabía que me estaba corriendo y apenas tenía fuerzas…

Después de correrse el gorila dentro de mí, me desataron y me colocaron atada  al lado del baño como si fuese un mueble más.. 

Cada X minutos se acercaban los guardias  y empezaba a follarme, a úsame  como el que va a lavarse las manos o a echar una meada.. se ponían detrás de mí y me metían su polla para follarme hasta que se corrían, ya sea dentro o en mi espalda o donde cayera.

Yo no podía decir nada, una bola en forma de mordaza me incapacitaba el habla, solo podía contemplar el pasar del tiempo y aguantar las folladas que me hacían cada cierto tiempo.

 No se cuanto tiempo estuve así, el tiempo es muy relativo, no había ninguna ventana para deducir si era de día o de noche, pero al cabo de las horas los que mandaban se marcharon quedando solo los guardias que vigilaban.

  • ¿Qué tal si la traemos aquí y montamos una fiesta? – Escuché palabras en su idioma sin entenderlo de una voz lejana  amortiguada por el eco de la sala.
  • ¿Cómo la que montamos con la rubia esa hace un par de semanas? – Contestó otra voz 
  • Se que al jefe le gusta tenerlas como muebles, pero a mi me gusta manejarlas un poco,, jeje me entiendes ¿no? –  Miré a los lados intentando visualizar quien estaba teniendo esta conversación sin entender nada de lo que estaba diciendo.
  • ¡Claro!, voy a traerla aquí… – Escuche los pasos cada vez más fuertes hasta que vi a un hombre con una gran sonrisa en su rostro – Ven con nosotros, nos lo vamos a pasar bien juntos..

Eran tres tipos, seguramente los  soldados que se habían quedado para hacer la ronda de la noche pero  hoy pretendían hacer otra cosa.

Me colocaron encima del tipo más grande introduciéndome su polla en el proceso, el segundo no tardó en clavármela por el culo y el restante jugueteaba con su polla en mi cara, golpeándola y metiéndomela en la boca a tu antojo..

Me estaban follando los tres, había perdido la cuenta de las veces que había follado en ese día, tenia agujetas en todo el cuerpo, pero prefería que me follaran así, a tenerme como un mueble follable, por lo que decidí que participar con ellos en la “Fiesta”

Y tanto que me gustó, joder, me estuvieron follando con ganas un buen rato, de hecho me corrí mas de una vez, no se quienes eran pero me gustaban como follaban.

Por entonces no  sabía que me esperaba varios días repitiendo el mismo escenario.. por la mañana me mantenían atada y colgada durante unas horas para después recibir  unos latigazos bajo la mirada del líder, después me tocaba hacer de mueble hasta llegar a la noche y participar en la fiesta con los soldados de guardia.

Joder, no se como se llamaba, ni compartíamos el mismo idioma pero hicimos buena química los cuatro y me lo pasaba bomba follando con ellos.

Quizás esas fiestas me dieron la moral para no desistir y abandonar el reto de  la Fundación K, pretendía que pensara que así sería el resto de mi vida, pero al verme tan motivada decidieron desistir con ese plan y me devolvieron a la Fundación K .

Ya quedaba muy poco para terminar y sabía que lo que quedaba iba a ser igual de duro o incluso más.. 

Gracias a Leo Pardo (wrarw) por posar para las fotos

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2 comentarios en “Fundación K, Parte 10

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